El PP trabaja por garantizar la accesibilidad a todas las personas, según Paloma Sanz
El modelo social de discapacidad, parte de la base de que no existen limitaciones individuales, sino limitaciones de la propia sociedad para prestar servicios apropiados y para asegurar que las necesidades de las personas con discapacidad sean tenidas en cuenta.
En este sentido, la parlamentaria segoviana afirma que “la accesibilidad universal persigue fundamentalmente la igualdad de condiciones para todos los ciudadanos en cualquier ámbito de la vida”. Así, explica que “el objetivo es simplificar la vida de todas las personas, haciendo que los productos, las comunicaciones y el entorno construido sean más utilizables por la mayor cantidad posible de usuarios con un coste nulo o mínimo”.
La senadora popular asegura que “hoy en España, con ciudades que superan en el ámbito urbano porcentajes de accesibilidad muy altos, vemos que la igualdad efectiva de todos debe ir aún más allá”. Por ello, matiza que “se debe seguir trabajando para adoptar las medidas necesarias para garantizar la accesibilidad de todas las personas y este es el objetivo de nuestra moción”. “Una buena accesibilidad es aquella que pasa desapercibida para todos nosotros, excepto para aquellas personas con problemas de movilidad o con limitaciones sensoriales, visuales o auditivas y de comprensión”, subraya.
Paloma Sanz pone de manifiesto que “declarar del año 2020 como año español de la accesibilidad universal servirá para rendir cuentas ante la sociedad de todo lo que se ha venido haciendo y para seguir trabajando y centrando todos los esfuerzos en conseguir que la accesibilidad sea un motor hacia la efectiva igualdad de todos y en todos los espacios”.
La Senadora popular hace hincapié en que la accesibilidad universal “es la condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios, así como los objetivos o instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser compresibles, utilizables y practicables por todas las personas en condiciones de seguridad y comodidad y de la forma más autónoma y natural posible”, a la vez que señala que “es responsabilidad de los poderes públicos modificar el entono de modo que pueda ser utilizado en condiciones por todos y cada uno de los ciudadanos. Es imprescindible hacer extensible esta responsabilidad al tejido empresarial, a la universidad y a la sociedad civil en general”.