De mentiras y medias verdades
Ha comenzado la legislatura de las mentiras y medias verdades, vamos a asistir al circo que supone no saber hacia dónde va el futuro de España, porque el viraje de este barco va en función de los intereses por minuto del Gobierno PSOE-Podemos. Y eso para una demócrata como yo es una tristeza inmensa.
Ayer asistimos a una nueva versión del ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana José Luis Ábalos, sobre la controvertida reunión que mantuvo con Delcy Rodríguez, vicepresidenta del Gobierno venezolano en el aeropuerto madrileño de Barajas y que ha provocado una amplia polémica en la política española. Durante una entrevista, Ábalos admitió que el encuentro se prolongó durante unos 20 o 25 minutos, en los que no dio tiempo a tratar de nada.
El Señor ministro explicó en esa entrevista que fue al aeropuerto para recoger al titular de Turismo venezolano y accedió a la pista hasta la puerta del avión. Insistió en que subió al aparato y entonces le presentaron a la vicepresidenta venezolana. Tras reconocer lo “violento” de la situación tuvo que advertirle de que no podía entrar en España. Según comento, los pilotos del avión tuvieron que descansar ya que el aparato se dirigía a Estambul y habían sobrepasado las horas de vuelo reglamentarias. Ello obligó a hacer una escala y cambiar de avión. Recalcó entonces Ábalos que Delcy Rodríguez no pisó suelo español en ningún momento.
Probablemente tendremos más información a cuenta gotas en breve, y aunque ya estamos acostumbrados a que este Gobierno se crea legítimo para hacer “lo que le da la real gana” sin dar explicaciones y sólo para mantener su “poder”, no va a destituir al ministro José Luis Ábalos aunque se esté demostrando que se reunió en el aeropuerto de Madrid con la vicepresidenta ilegítima del régimen de Maduro, sancionada por la Unión Europea con la prohibición de entrar en el espacio Schengen.
Debe ser que sus socios de Gobierno no les dejan reconocer la legitimidad de la nueva Junta Directiva de la Asamblea Nacional de Venezuela y a recibir a Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela, como forma de manifestar el apoyo expreso de todo el Gobierno y de todo el pueblo español al proceso que está impulsando y liderando para recuperar la democracia en Venezuela.
Me gustaría saber si este el precio que ha pagado el Señor Sánchez por el apoyo de Pablo Iglesias a su investidura, y piensa de verdad condenar de forma inequívoca el intento de golpe perpetrado por Maduro y la reiterada violación por parte del régimen chavista de los derechos civiles y políticos de los diputados de las fuerzas democráticas y del derecho a la libertad de expresión e información, tanto de los periodistas como de los venezolanos.
Si el Gobierno de España de verdad fuera un firme aliado de la libertad y de los derechos civil, debería liderar en la Unión Europea la exigencia de sanciones a los altos funcionarios del régimen de Maduro, así como el bloqueo de sus cuentas y la defensa de la celebración de elecciones democráticas, libres y transparentes en Venezuela.
Creo que el PSOE de Segovia debería instar al Señor Sánchez a que recapacite y si de verdad se creen garantes de las libertades, que ayuden al Gobierno de Venezuela a lograr su ansiada libertad en ese país. Porque por si no lo recuerdan, en 1998 Venezuela se situó a la cabeza de todos los países latinoamericanos en cuanto a PIB la tasa de paro era de 10,95% y la esperanza de vida era de 72 años.
En 2020, 22 años después, la situación en unos de los países más prósperos de América Latina se ha transformado, de manera drástica y dramática, en todo lo contrario como consecuencia de la instauración en Venezuela de un régimen social-populista antidemocrático y represor. Hugo Chávez se dedicó, en primer lugar, a poner en duda la legitimidad y el origen de la democracia y las instituciones del Estado venezolano y, en segundo lugar, a tomar el control de dichas instituciones para moldearlas a sus objetivos y ponerlas a su servicio y Nicolás Maduro ha perpetuado su execrable legado.
Hoy todos los indicadores económicos, de calidad de vida y de respeto a los principios básicos de toda democracia demuestran que Venezuela se ha convertido en un país en quiebra y en una dictadura en la que no se respetan las libertades y derechos de sus ciudadanos.
Déjense de mentiras y medias verdades. ¡Por favor, recapaciten!
Paloma Sanz Jerónimo, Presidenta del PP y Senadora