Protección Penal a los ciclistas
“Mi marido fue atropellado por un camión. El conductor que atropelló a mi marido se marchó del lugar de los hechos y luego lo detuvo la Guardia Civil. Se me comunica que por ser los hechos una imprudencia leve, vamos una tontería, una distracción tonta, es una falta y, aplicando la última reforma penal, el caso se archiva y no hace falta celebrar juicio penal. ¡Siento tanto dolor y tanta desprotección por parte de la justicia y de las leyes! ¿Esto es lo que vale una vida? Te amo, Oscar, y no descansaré hasta conseguir justicia. Honraré tu memoria y haré que nuestros dos hijos estén orgullosos porque no me rendí”
Esto es lo que dijo e hizo Ana González, que no se rindió y un año y medio después de la muerte de su marido pudo ver cómo se hizo realidad “Por una ley justa”. Y no sólo Ana, sino muchas mujeres, muchas familias cuyos maridos, padres, hijos, cuando habían salido de sus casas para montar en bici, fueron arrollados por un turismo, por un camión y abandonados, tirados en la calzada. Yo he hablado con Ana y con muchas mujeres más, con muchas familias de nuestra tierra también, y debo confesarles que a su inmenso dolor por la pérdida del ser querido se unía la rabia por la desprotección, la rabia por la impunidad de la que gozaba el causante de arrebatar una o varias vidas humanas y la incomprensión de una sociedad, de unas leyes que no les daban ningún tipo de protección. Nadie puede entender cómo una persona que arrolla a un ciclista a un peatón, y que ni siquiera es capaz de pararse para intentar auxiliarle, saber qué ha hecho, pueda sin embargo una vez que se le ha localizado irse como si no hubiera pasado nada. El delito de omisión de socorro, sólo podía aplicarse de acuerdo a nuestras leyes, si la víctima no había fallecido. Por tanto si esos ciclistas o peatones habían fallecido ya no había omisión de socorro. Pero, ¿cómo sabía si había fallecido o no, si ni tan siquiera se detuvo a comprobarlo?
Pero esto ha terminado. Ha sido el Grupo Parlamentario Popular el que presentó en el Congreso de los Diputados una iniciativa preparada de acuerdo con los Ministerios de Justicia y de Interior y la Dirección General de Tráfico, gracias a la cual se va a reformar el Código Penal para mejorar la protección de los ciclistas en la carretera, sancionándose por primera vez, conductas que todos consideramos acreedoras de reproche penal, como lo es el abandono de quién sabe que deja atrás a alguien que pudiera estar lesionado e incluso fallecido.
Hemos presentado una Proposición de Ley que trata de mejorar la protección a ciclistas, a peatones y también a otros conductores ante conductas de conducción temeraria, teniendo para ello muy en cuenta las demandas de personas, de víctimas, y de esas mujeres que se quedaron viudas en situaciones dramáticas en los que sus maridos fueron atropellados, y luego abandonados.
Son cuatro las modificaciones que esta iniciativa acomete: mejorar la definición del concepto de imprudencia; incrementar las penas para este tipo de conductas; tener sanciones por las infracciones continuadas de seguridad vial y por el delito de lesiones o de muerte que se haya podio generar; y aclarar un tipo específico de omisión del deber de socorro en materia de seguridad penal, que obliga a todos los implicados en un accidente a pararse y detenerse.
Lo que se aprobó la semana pasada por unanimidad de todos los grupos políticos, va a dar respuesta a una demanda social en un momento en el que al haber aumentado el número de ciclistas en España, también ha aumentado desgraciadamente el número de muertes por actuaciones criminales de este tipo.
Soy consciente que nunca repondremos el dolor de estas familias, pero por fin, desde el pasado martes, nuestras leyes podrán dar una respuesta a esta justísima demanda social.
P.D. Todo nuestro apoyo y solidaridad con la familia de Manuel Román Gea.
Beatriz Escudero
Diputada del PP por Segovia.