La tentación de hacer demagogia con las pensiones
El otro gran problema del sistema, la baja natalidad. Si la tasa de reposición no existe es entonces cuando tendremos verdaderos problemas. La natalidad y empleo deberán ser nuestros objetivos para garantizar las pensiones.
En toda la UE y por supuesto en España, vivimos en lo que se ha venido denominando Estado del Bienestar.
Todos los gastos de la seguridad social se han cubierto con las cotizaciones de la gente que trabaja, por tanto, cuánta más gente trabaje y más dinero ganen los que trabajan, mejor estaremos para atender todos los gastos de la seguridad social.
En el año 2011 las pensiones se congelaron con una pérdida de poder adquisitivo del 2,9 % y estuvimos a punto de ser intervenidos por la UE dada nuestra casi quiebra del sistema y fue, gracias a la tenacidad y confianza del Presidente Rajoy por lo que pudimos evitarlo. Evitar aquel rescate salvó a los pensionistas españoles de recortes de entre el 20 al 40 % de las pensiones, como ha sucedido en varios países europeos, y es más, en la época de crisis son de los pocos que han seguido manteniendo el poder adquisitivo.
La realidad de las pensiones griegas o portuguesas (con recortes de hasta el 40 % de las pensiones) son dos ejemplos de las mentiras del populismo y de la demagogia de algunos partidos. Por ello, ligar la subida de las pensiones a la inflación, manteniendo el actual sistema vigente y un crecimiento económico y de empleo similar al actual, implicaría subidas de impuestos equivalentes a un 20% más del IRPF. El pago medio actual de IRPF de los 19 millones de trabajadores está entorno a los 3.000 €, por lo que abonar a Hacienda 640€ más supone el citado 20 % de subida. Por tanto, la propuesta del PSOE, Podemos y tímidamente de Ciudadanos de ligar las subida a las pensiones al IPC (algo que ya no sucede en ningún país europeo) abocaría a la seguridad Social a la quiebra absoluta en 5 años, porque no podemos olvidar, además, que también por el envejecimiento el gasto sanitario tendrá que subir, si los españoles queremos seguir manteniendo los estándares actuales de calidad.
En 2018 el margen que dan las cuentas permitirán utilizarlas para equiparar el salario de los Policías Nacionales y Guardias Civiles, rebajar el IRPF a las rentas más bajas e incrementar el salario de los funcionarios que mantuvieron su nómina congelada durante años, después de sufrir recortes durante la crisis.
He aquí por tanto el otro gran problema del sistema, la baja natalidad. Si la tasa de reposición no existe es entonces cuando tendremos verdaderos problemas. Por tanto natalidad y empleo deberán ser nuestros objetivos si queremos garantizar las pensiones.
El que haya más nacimientos, está relativamente en manos de los gobiernos (se puede incentivar la maternidad, a la familia o la conciliación con acciones que ayuden en mayor o menor medida), pero al final, serán las españolas y los españoles los que decidan tener o no tener más hijos; en cuanto al trabajo, son las empresas las que crean el empleo, y serán por tanto estas y sus cuentas de resultados las que decidan si lo crean o no, y ahí los gobiernos pueden o no hacer mucho en función de la fiscalidad y medidas favorecedoras del empleo, como ha hecho el actual Gobierno de España los últimos años, a la vista de los datos de crecimiento de empleo y de afiliación a la seguridad social que ahora no vamos a repetir; y en cuanto a sueldo de los trabajadores también serán las empresas, las que junto con los sindicatos, los que definan la remuneraciones en los convenios.
Qué hacer por tanto vistas las causas? Despolitizar las pensiones, y trabajar seriamente por parte de los partidos en el Pacto de Toledo con tres pilares fundamentales: Uno, rigor económico; dos, la solidaridad íntergeneracional y tres, no anunciar, decir, comprometerse o espolear, aquello que no se puede o debe hacer.
Todos tenemos derechos y más después de haber sufrido las consecuencias de la crisis, pero también tenemos obligaciones, entre ellas gestionar los recursos existentes de manera ordenada y equitativa.
Es muy fácil, y es a lo que se han apuntado algunos partidos hoy, apuntalar o apoyar peticiones de aumentos salariales o de las pensiones. Pero todos tenemos derechos hoy, pero también deberemos seguir teniéndolos mañana y si no nos fijamos en mañana, lo que hoy nos repartamos sin medida, seguro que mañana nos faltará.
Ganar unas elecciones prometiendo a todos los colectivos lo que en principio y legítimamente reclaman es lo fácil. Lo difícil y lo honesto es preguntarse, ¿ y esto, quién, cómo y cuándo lo vamos a pagar?.
Si nos hemos olvidado de lo que ha pasado estos últimos años estaremos perdidos; si hemos aprendido, habremos ganado nuestro futuro y el de las generaciones venideras.
Beatriz Escudero y Jesús Postigo
Diputados del Partido Popular por Segovia