Pages Menu
TwitterFacebook
Categories Menu

Posted on Mar 21, 2017

La misa de Televisión Española

La misa de Televisión Española

Podemos ha presentado en el Congreso  de los Diputados  una propuesta para eliminar las misas de TVE, argumentando  que la Constitución Española es aconfesional y laica y que la televisión española no es el espacio más sensato para ritos religiosos, indicando también  que la postura  de una televisión pública es la de la absoluta neutralidad y que no privilegie a una parte de la sociedad  por sus creencias religiosas sino que sea plural, aconfesional y acorde con la Constitución. 

La primera pregunta que debemos hacernos es ¿por qué Podemos no ha solicitado la supresión también de los programas dedicados en TVE a otras confesiones como el islam, el judío y a los evangélicos? ¿Es que a las otras confesiones no les afecta lo que dice de nuestra Constitución, o se les ha olvidado por algún extraño motivo, o no se atreven por alguna razón escondida a pedir algo en contra de otras religiones que no sea la católica?

En segundo lugar decir que   preguntado el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, al respecto de esta propuesta se ha manifestado a favor de discutir la propuesta de Podemos, al considerar que España es un estado aconfesional y laico. Por declaraciones de algunos de sus dirigentes sabemos que cuando hablan de laico- al igual que Podemos –  entienden que la Fe de los creyentes pertenece al ámbito privado, y que la tienen que practicar en sus casas o en los templos, pero no en los foros ni en la sociedad.

Quisiera decir que tanto Podemos como Ciudadanos, engañan a la gente, pues en ningún sitio se dicen en la Constitución que esta sea laica, si aconfesional, pero no laica.  El artículo 16,3 de nuestra Constitución dice que “ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones. Es decir ninguna confesión tendrá carácter estatal. Pero no dice nada de laica.

Si lo dijera y se entendiera en  su término negativo es decir laicista, estaría chocando frontalmente con la libertad de expresión y religiosa, preceptos que amparan el derecho a expresar en público la ideas y las creencias.

Por otro lado la constitución dice en el artículo señalado que los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de los de la sociedad española y que mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.

Se dice expresamente por tanto que se tendrán en cuenta (no que se podrán tener), las creencias religiosas. Y que se mantendrán, (no que se podrán mantener) con la Iglesia Católica y las demás confesiones. Y esto es lo que hace TVE

El Tribunal Constitucional español ha recalcado que la aconfesionalidad (laicidad que no laicismo) del Estado no implica que las creencias y sentimientos religiosos no puedan ser objeto de protección, sino que, antes al contrario, el respeto de esas convicciones se encuentra en la base de la convivencia democrática

En una Sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de hace ya unos años, se lee que «Europa está amenazada por una ola de intolerancia». En mi opinión la intolerancia religiosa es de doble signo. Por una lado, el fundamentalismo, que es una perversión de la religión. Por otra, el laicismo, que es una perversión de la verdadera laicidad.  El laicismo más  negativo, quisiera volver a meter a la religión en las cavernas,  es decir, relegar los sentimientos religiosos al plano privado, vetando su presencia en los foros públicos.

Por el contrario “La belleza de la laicidad es que garantiza un espacio de neutralidad en el que germina el principio de libertad de conciencia y de libertad religiosa. Ahora bien,  si deja de ser “neutral” y trata de imponer una “filosofía” , entonces ya no es lo que dice ser.”

Por tanto, retransmitir la Misa los domingos y otros ritos de otras religiones,  es una cuestión  directamente relacionada con la cooperación  y el respeto a  otras confesiones,  y que  afectan a los valores compartidos por la Iglesia Católica, a la que pertenece la gran mayoría de los españoles.

Decir que la misa de los domingos de TVE debe desaparecer -el pasado domingo  marcó un récord histórico de espectadores  al congregar a más de  1,3 millones de espectadores  con una cuota de pantalla del 21,3%-,  es privar  a muchos enfermos, y a una alta población  ya envejecida  que ha sido  y es el sustento moral, anímico,  personal y económico  de muchas familias  y de la cual buenas parte son católicos, que están sufriendo y no pueden salir de casa  y se les prive de un consuelo y una necesidad  fundamental,  no es más que caer en la intolerancia fanática.

Debemos superar con habilidad esa guerra fría religiosa que quieren imponer o bien  los extremistas de la moralidad sin limites o bien  los fanáticos de la cultura sin religión; es decir  huir de esa corrupción de la religión que es el fanatismo y el fundamentalismo integrista  como  de la perversión  de la verdadera laicidad que es el laicismo (expulsión de todo elemento conectado con la religión).

Pero desde luego, con postulados tan radicales, falsos  y fanáticos de la cultura sin religión de Podemos o  el laicismo falso  de Ciudadanos – al que cada vez más se les va viendo las vergüenzas  tratando  de quedar bien con todos al más puro estilo liberal-, amparándose en  una lectura incorrecta de la Constitución y por tanto ir en contra de la libertad de expresión, si, sí que tendremos que tener mucha habilidad.

 

Jesús Postigo

Diputado del PP por Segovia