Jesús Postigo afirma que la paralización de la obra de rehabilitación del Teatro Cervantes supondrá un sobrecoste de entre el 20% y el 50% del presupuesto inicial contratado
El pasado mes de diciembre la Subdelegada del Gobierno, Lirio Martín, realizó unas declaraciones anunciando la paralización de las obras de rehabilitación del Teatro Cervantes por motivos técnicos, derivados de la aparición de roca a una cota más cercana a la superficie de lo que esperaban, y la posible afectación a los locales colindantes por las vibraciones producidas por las excavaciones, lo que a su juicio requería un análisis más concreto de cómo se podía llevar a cabo. Posteriormente, la Alcaldesa, Clara Martín, ratificó las declaraciones de la Subdelegada añadiendo que el MITMA (Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana) tendría ya la solución técnica y prevista la modificación del proyecto.
El Diputado del Partido Popular de Segovia, Jesús Postigo, al constatar dudas razonables al respecto, realizó una serie de preguntas al MITMA cuyas respuestas no son más que “excusas peregrinas basadas en incorrecciones y carencias del proyecto que en ningún modo pueden catalogarse como circunstancias imprevisibles que justifiquen una modificación del proyecto inicial”.
Según Postigo, la respuesta del Ministerio se escuda en la supuesta inaccesibilidad del solar del teatro para haber realizado reconocimientos del terreno durante la redacción del proyecto, pero se olvida del reportaje fotográfico del proyecto, por el que “queda demostrado que esa inaccesibilidad es falsa, ya que durante la inspección técnica pudieron acceder tanto personas como maquinaria, por lo que cualquier reconocimiento del terreno ajustado al Código Técnico de la Edificación (CTE) podría haberse hecho en fase de proyecto”.
También desmonta la tesis de la aparición de roca a cota más elevada que la prevista, puesto que “el propio proyecto, que es público, contempla la aparición muy superficial de roca, a 1,4 metros de profundidad a partir de la cota previa del terreno, cuando además los planos ya preveían excavaciones de al menos seis metros de profundidad”.
VIBRACIONES EN LA MURALLA
Según explica el Diputado y en cuanto a la necesidad de adaptar el proyecto a las vibraciones inducidas sobre los edificios y la muralla medieval colindantes por el picado de la roca, “es un aspecto que se había contemplado en el presupuesto del proyecto, pero que no se aborda técnicamente en el proyecto en base al CTE, ni siquiera se considera en su Estudio de Impacto Ambiental como la afección negativa que es. Esta ignorancia -continúa Postigo- se extendió a la licencia ambiental otorgada por el Ayuntamiento, que no fijó condición alguna para evitar o mitigar los efectos nocivos de las vibraciones producidas por la excavación en roca, y se concedió”.
En opinión del Diputado del PP, el MITMA estaría tratando de “disimular importantes carencias del proyecto que seguramente haya aprovechado el contratista adjudicatario para provocar la paralización de la obra hasta que se resuelvan mediante una modificación del proyecto, cuyas consecuencias directas serán un importante retraso en la entrega del edificio (entre 12 y 14 meses más) y un incremento del coste final de entre el 20% y el 50% del presupuesto inicial contratado”.
Es más, Postigo hace hincapié en que, si es cierto que las modificaciones en proceso no fuesen a suponer un incremento del coste final -como afirma la Subdelegada del Gobierno-, se habría procedido de igual manera que el Ayuntamiento en las obras de Padre Claret: el MITMA podría haber acordado la continuación provisional de las obras en aras del «interés público», algo que no ha sucedido, por lo que estoy prácticamente convencido de que habrá incremento del coste, y muy elevado”.