Hay que querer que se pueda
Después de 29 años celebrando el Día Internacional de la Discapacidad, luchando por la igualdad, para que no existan distinciones, ha sido un virus letal el que no ha hecho distinción ninguna y no ha tenido en cuenta nuestras diferencias. Qué curiosa es la vida, ¿verdad?
La COVID19 ha cambiado muchas cosas y nos ha permitido ver que existen personas valientes, luchadoras, empáticas, decididas, solidarias, asertivas y fuertes; ha sacado a la luz todos estos valores de muchas, muchas personas. Y fíjense, así es como son las personas con diversidad funcional y no ahora, tras la pandemia, llevan años siendo así y lo demuestran cada día.
Porque cada día tienen que enfrentarse a barreras arquitectónicas, tienen que superar escalones en las entradas y en el interior de los edificios públicos, intentar transitar por adoquines irregulares – algo que en Segovia es muy común y todavía no se ha dado ninguna solución – y aceras no sólo llenas de baches sino también estrechas, por no hablar de los caminos alternativos que tienen que buscar cuando, de repente, se encuentran con bordillos sin rebajes y en nuestra ciudad hay unos cuantos. Esto ¿qué significa?…. que todavía queda mucho por hacer en Segovia si queremos una ciudad inclusiva, sostenible y accesible para todos.
Y digo bien, accesible para todos, porque todo lo que se haga en materia de sostenibilidad, movilidad y accesibilidad, beneficia a cualquier persona ya que ayuda a mejorar la calidad de la ciudad y la calidad de vida de cualquier ciudadano.
Las personas con diversidad funcional siguen luchando para poder tomar sus propias decisiones, tener lugares en donde reunirse y compartir experiencias; luchan para poder tener una ayuda básica como puede ser el apoyo psicológico gratuito y por unos programas sociales que puedan contemplar la ayuda personalizada y les permitiesen ser autosuficientes y no tener que depender constantemente de amigos o familia. Quizá habría que escucharles un poco más para diseñar los programas y las ayudas sociales. Como ya les dije, queda mucho por hacer, pero son grandes luchadores.
Ni se conforman, ni se resignan y luchan desde el ámbito social para mejorar los niveles de inclusión en el sistema público e intentar hacer ver que las ayudas públicas, aunque algo hacen, no llegan a cubrir ni las necesidades más básicas. Pero no sólo eso, luchan para hacer ver que, desde sus diferentes capacidades, están capacitados para hacer muchas cosas y ser productivos. Ellos lo saben, es la sociedad la que tiene que darse cuenta de ello.
Además, si nos parásemos por un momento a pensar, nos daríamos cuenta de que, ahora más que nunca, las personas con discapacidad funcional pueden ayudar a la sociedad y mucho, porque tienen mucha mayor capacidad para adaptarse a las nuevas situaciones del entorno y a las dificultades y, en este caso, a todo lo que ha traído la pandemia, porque llevan años teniendo que adaptarse a situaciones complicadas y teniendo que luchar por muchas cosas.
Días como este, el Día Internacional de la Discapacidad, sirven para convertir a las personas con diversidad funcional en el centro de las noticias, sacar a la luz sus derechos y reivindicar sus capacidades, pero a lo que tendríamos que tender es a que no fuera sólo un día y que todo lo que se reivindica se fuera convirtiendo en una realidad. Todos sabemos que se puede, sólo hay que querer que se pueda y en muchos casos, buena parte de ello depende de la voluntad política de quien gobierna.
Silvia Pasarón Ayuso
Concejal del Grupo Municipal del PP