El padrón, en caída libre
A 1 de enero de 2018, la ciudad de Segovia tenía 51.818 habitantes, según la cifra de población que aprobó, hace escasos días, el Pleno del Ayuntamiento. El dato es provisional, pues aún debe pasar, a final de año, el tamiz del Instituto Nacional de Estadística (INE). Curiosamente, y de forma recurrente, la cifra definitiva suele estar por debajo de la que el gobierno municipal del PSOE propone. La del año pasado quedó en 51.766 habitantes, cuando el Pleno había aprobado, meses atrás, 52.002. Es decir, 246 habitantes menos. Si este año ocurre lo mismo, y la cifra definitiva queda también por debajo de la provisional, la tendencia demográfica que el municipio viene experimentando bajo la administración socialista es realmente regresiva. En los últimos 15 años, el número de residentes en la ciudad ha descendido en casi 3.800 habitantes.
Como los números del padrón empiezan a emitir señales de alarma, considero conveniente hacer una serie de reflexiones y consideraciones. La población es uno de los indicadores más precisos de la marcha y del bienestar de una ciudad. El número de habitantes influye asimismo en la financiación y en las ayudas que otorgan otras administraciones. Básicamente, la fijación de población viene determinada, en última instancia, por los medios de vida o los lugares donde se vive. La economía y la vivienda se convierten, por lo tanto, en elementos fundamentales para fijar o atraer población, algo que ya hemos repetido en numerosas ocasiones y que los socialistas han reconocido en el diagnóstico del plan estratégico que ahora están elaborando y que, curiosamente, quieren tener listo antes de la próxima cita electoral. A la vista está que el PSOE no supo gestionar el anterior plan estratégico y ahora pretende gastarse 85.000 euros en el nuevo. Un palo de ciego más. No vale decir que la capital y su alfoz suman en 10 años 6.000 vecinos más, porque esa afirmación esconde que la capital ha perdido más de 5.000 habitantes, mientras que los municipios vecinos han aumentado su población en 11.000 personas. Por algo será.
La explicación de estos datos viene dada, entre otras cosas, por la falta de empleo en la ciudad. La alcaldesa y el concejal de Empleo no dejan de repetir que la creación de puestos de trabajo no es competencia municipal, pero el Ayuntamiento tiene una Concejalía de Empleo, Desarrollo e Innovación que sí puede adoptar medidas que redunden en la creación de nuevos empleos. Fomentar el tejido empresarial, desarrollar suelo industrial, aliviar la presión fiscal, mejorar las condiciones de las áreas industriales, agilizar los trámites para la concesión de licencias o apoyar iniciativas sí son competencias municipales.
Algo similar sucede con otro aspecto fundamental: el suelo urbano y la disponibilidad de viviendas a precios razonables, circunstancia que ha obligado a muchos segovianos, tal y como acreditan las cifras demográficas, a tener que trasladar su domicilio a las poblaciones del alfoz. Por otro lado, todavía sigue sin aprobarse el Plan Especial de Áreas Históricas (PEAHIS), carencia que ha taponado y tapona el desarrollo urbanístico de buena parte de la superficie poblada de la ciudad. Tampoco en este apartado la labor del gobierno socialista en sus 15 largos años al frente del Ayuntamiento ha estado a la altura de las circunstancias. El estado de las calles, el funcionamiento del transporte público o la calidad de los servicios que el Ayuntamiento presta son factores que también influyen. Claro que influyen.
A la vista de la pérdida de habitantes, es inevitable pensar que los socialistas han ignorado las políticas adecuadas para frenarla. Quizá hayan estado ocupados en asuntos lúdicos y en intentar dar una solución a los problemas que ellos mismos han generado con su gestión, como los pagos derivados de las sentencias millonarias o el despilfarro del CAT. ¿Se imaginan cómo sería Segovia si se hubieran invertido en los barrios todos los recursos que Luquero y los suyos han dilapidado en proyectos sin una hoja de ruta establecida y acciones inconsistentes y cortoplacistas?
El Ayuntamiento debe plantearse con seriedad por qué los segovianos abandonan la ciudad. No puede mirar hacia otro lado ni echar la culpa a otras administraciones. Al contrario: es preciso asumir que algo no va bien y buscar las soluciones mediante políticas que ayuden a fijar población. No vale decir que somos un “Consistorio pequeño”, como suele hacer la alcaldesa. No podemos permitir que la ciudad continúe perdiendo habitantes y oportunidades. Si ahora somos la tercera capital menos poblada de España es por algo. Y hay que buscar una solución.
Azucena Suárez del Pozo
Concejal del PP en el Ayuntamiento de Segovia