Acercamiento de presos
La legalidad de la medida adoptada por el Gobierno de España (Sr. Sánchez) sobre el traslado de dos presos etarras a centros penitenciarios del País Vasco es más que discutible si se analizan las condiciones previstas en la ley para alcanzar el tercer grado en supuestos de personas condenadas por delitos de terrorismo o por pertenecer a organización criminal, entre ellas las de colaboración activa con la justicia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la petición expresa de perdón a las víctimas de su delito. Ni se ha constatado la colaboración activa, ni mucho menos han pedido perdón a sus víctimas. Véase el ejemplo de Carlos Iturgaiz, que fue víctima directa del comando Vizcaya, al que pertenecían los dos trasladados, y que ha expresado públicamente la ausencia de petición de perdón por parte de estos dos criminales, según exige la ley para poder optar a la obtención de los beneficios penitenciarios.
Una cosa es la legalidad y otra bien distinta la decencia política.
Si cuestionable es la legalidad de la medida, incuestionable resulta la indecencia política de la misma, porque el traslado consumado solo responde al pago de parte del precio que Sánchez tiene que abonar a cambio de los imprescindibles votos del PNV y Eh/Bildu que le llevaron a su objetivo: conseguir ser Presidente del Gobierno sin importarle gobernar.
La legal pero indigna y obscena moción de censura que aupó a Pedro Sánchez al “Palacio de la Moncloa”, sin haber ganado unas elecciones y con ¡84 escaños!, iba a tener un precio importante que el feliz Presidente del Gobierno iría pagando poco a poco a sus socios. Socios que hay que enumerar para recordarle quienes le han llevado a la cima de la política: populistas, independentistas y los amigos y sucesores de la banda terrorista ETA. Esos son los que ofrecieron sus votos, que Sánchez aceptó con sumo agrado, con tal de verse en Palacio, a pesar de que dijo “no consentiré llegar al Gobierno de España con los apoyos de los partidos separatistas ni a cualquier precio”. Pues bien, gobierna gracias a ellos; lo que demuestra que era su único objetivo. Pero eso no le iba a salir gratuito, todo tiene un precio que hay que pagar. Ya se han hecho efectivos algunos plazos, ahora toca el turno de pagar una parte de lo debido a PNV y Eh/Bildu. Y seguirán venciendo plazos y les seguirá haciendo efectivos porque al sr. Sánchez le interesa y pagará lo que debe.
No hay que olvidar que el PNV cambió su voto en apenas una semana: de votar a favor de los Presupuestos Generales del Estado del Partido Popular a votar a favor de la moción de censura en contra de Mariano Rajoy. Alguien ha dicho que la traición se paga doble.
No se trata de “un hecho puntual”, indudablemente habrá más no tardando mucho.
Un Gobierno del Partido Popular jamás hubiera hecho lo que está haciendo Pedro Sánchez; no está en nuestro ADN. Honra, respeto y reconocimiento que merecen las víctimas del terrorismo, cosa que a Sánchez no parece importarle mucho porque prefiere humillarlas cuidando más a los terroristas que a las víctimas. En el PP siempre estaremos con las víctimas del terrorismo y honraremos su memoria y dignidad.
Juan Ramón Represa Fernández
Senador del Partido Popular por Segovia